Si que tiene suerte tu marido, si.
Lo curioso es que mi mujer, con sus coches (siempre ciudadanos, ahora con un Toyota Yaris) es una máquina en ciudad. Se mueve como Dios y, entre otras cosas, aparca bastante mejor que yo. Se le da bien conducir, pero no le gusta nada, nada. No lo disfruta. Es una obligación/necesidad
Lo bueno es que este año hemos pasado de 2 coches manuales a 2 coches automáticos en 5 meses por lo que el paso del Yaris al Formentor obviando tamaño y potencia, es prácticamente inmediato. No hay que acostumbrarse al embrague, no hay tirones... Yo el suyo si que lo cojo de vez en cuando pero ella el mío nada.
Probaré un día a simular un mareillo a ver si se anima a cogerlo, pero me dirá que paremos en una cuneta y llamemos al 112...
Olga, ¿tú le tienes puesto los buckets al tuyo?
Gracias